
Este judío acudió a un soldado para ofrecerle comida.
“No quiero comida, quiero un Tzitzit”. Dijo el soldado.
El judío le dijo: “Sólo tengo los Tzitzit que llevo puestos” y le entregó sus Tzitzit.
El soldado dijo: “Ven, tomemos una foto juntos y cuando regrese del frente de guerra, nos tomaremos otra foto con los Tzitzit que me protegieron. ¡Am Israel Chai!